La historia de AMTRAS

Corría el año 1980 y la situación del país no era la mejor. Estábamos en plena dictadura y la Junta Militar gobernaba.

Por ese entonces. el ISSS – Instituto de Servicios Sociales de Seguros (hoy OSSEG – Obra Social de Seguros) estaba intervenido desde hacía unos años. Asimismo, el Sindicato del Seguro tenía allanamientos y requisas prácticamente a diario, tanto en la sede central como en los hoteles y polideportivos, siempre con la vil intención de encontrar alguna excusa para su intervención.

Es por ello que ante esa posibilidad, las autoridades del Sindicato de aquella época decidieron crear una institución, que llegado el caso, pudiera brindar todas las prestaciones que hasta ese momento brindaba el Sindicato. Así nace AMTRAS la Asociación Mutual de Trabajadores de Seguros.

Si bien al principio era desconocida, de a poco se fueron sumando los asociados, y fue la venta de televisores a color (una invención que había llegado al país para el mundial de 1978, y que por ese entonces no muchos teníamos) uno de los primeros beneficios que brindó la Mutual.

Por suerte, la intervención del Sindicato nunca se produjo.

Llegado el año 1983, con el advenimiento de la Democracia, el fin de la intervención del ISSS y su restitución a las autoridades dirigenciales, la Mutual cerró sus puertas.

Recién para el año 1990 se reflotó la idea de reabrir la Mutual. En Noviembre de ese año, un grupo de personas comenzamos a trabajar en el proyecto, y para inicios de 1991, la Mutual estaba funcionando a pleno en su nuevo espacio de la calle Suipacha 121.

Allí tenía un hermoso y enorme salón en planta baja dispuesto para la venta de electrodomésticos y ropa de blanco, ambos a cargo de la Mutual.

También existían distintos stands de ropa sport para damas y caballeros, de marroquinería, zapatería, relojería, joyería, etc., etc., etc., todos atendidos por los dueños de esos emprendimientos, como en una especie de incipiente shopping, donde cada uno tenía su espacio y brindaba un servicio específico.

Contaba además con un subsuelo donde se instaló la peluquería, tanto para damas como para caballeros. Y en el entrepiso funcionaba la administración.

Como concepto nuevo para ese entonces, con la cuota social se comenzó a brindar la prestación del servicio de sepelio sin cargo para el socio titular y su grupo familiar primario.

Pero pasados los años, y con la construcción del nuevo edificio del Sindicato del Seguro de la calle Suipacha, la Mutual mudó su funcionamiento a la planta baja y el subsuelo de Suipacha 137, donde lamentablemente por falta de espacio la peluquería dejó de formar parte de ella. Pero a pesar de tener que achicarse en espacio, la mayoría de los stands se pudieron mantener.

Para mediados de los años 90, cuando ese edificio se destinó a la escuela, y todo el Sindicato se mudó a Carlos Pellegrini, la Mutual también emprendió una nueva mudanza. Esta vez a la calle Tucumán 964 / 966. Allí ocupó la planta baja, el entrepiso y el subsuelo de Tucumán 966.

Conjuntamente con la mudanza, una vez instalados se abrió la oficina de turismo internacional y la de turismo nacional alternativo (que eran las plazas donde el Sindicato no tenía hotelería propia). Hubo convenios con hoteles (nacionales e internacionales), con empresas de micros y aéreas, que permitieron la venta de paquetes turísticos (tanto al interior del país como al exterior) y pasajes en cuotas para los asociados.

En esos tiempos la Mutual también logró varios acuerdos comerciales para beneficio de sus socios, como por ejemplo la venta de entradas de fútbol de primera división (que se expendían en el local de planta baja), con la empresa administradora del Parque de la Costa y el Tren de la Costa, para la compra de entradas y pasajes a precios promocionales, con la empresa Movicom para la venta de celulares, etc.

Al mismo tiempo, lamentablemente varios de los stands de terceros dejaron de estar en la Mutual por falta de espacio.

A finales de los 90, se tomó la decisión de mudar a la Mutual al séptimo piso de Tucumán 964 / 966. Junto con la mudanza, la oficina de turismo pasó a formar parte de la estructura del Sindicato, mientras que la venta de entradas de fútbol dejó de ser una realidad por falta de espacio.

Con la llegada de la crisis del 2001, la dirigencia tomó la decisión de mudar todas las oficinas del Sindicato que estaban en los edificios de Carlos Pellegrini 575 y de Tucumán 976, al edificio de Tucumán 964 / 966, por lo cual la Mutual se tuvo que achicar una vez más y pasó a compartir el séptimo piso con la Secretaría de Previsión.

Unos años más tarde, nuevamente una mudanza trasladó a la Mutual. En esa oportunidad fue al edificio de Carlos Pellegrini 575, y la ubicación el entrepiso, con mucho más espacio que en el lugar anterior y con la posibilidad de aumentar la disponibilidad y exhibición de productos.

Para finales de la década del 2000, una nueva mudanza afectaría a la Mutual. Se movió a la ubicación actual de la planta baja de Carlos Pellegrini 575. Con mucho menos espacio, tanto de exhibición como de depósito, pero con las mismas ganas de siempre de brindar el mejor servicio para sus asociados.

AMTRAS

Asociación Mutual de Trabajadores de Seguros

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